"La Espera"

(Aportación del Químico Loco)

(ApoTriste tiempo aquél, en el que las nubes anunciaban tormenta... Aquella tarde en la que el sol luchaba en vano por acariciar su tersa piel con sus cálidos rayos, ella sabía que volvería. Lo sabía. Tenía que volver...

(ApoHabía pasado tres años sumida en una terrible angustia, la más penosa de las existencias, esperando, sufriendo, anhelando. Se fue una tarde de verano, tal como aquélla, sin despedirse, sin decir nada, sin un abrazo, sin un por qué, dejándola abandonada a su suerte. Pero de eso hacía ya mucho, mucho tiempo.

(ApoAquella noche, como otra noche cualquiera, encendió una buena lumbre, cenó sin opulencia, algo ligero, y después de realizar una oración por él, se acostó en la cama sin dejar de pensar un solo momento en aquella mirada profunda, aquellos labios en los que siempre había una sonrisa para ella...

(Apo Era ya más de medianoche, y seguía soñando con él, estaba junto a él; de hecho, notó una presencia. Sintió el aliento que tanto tiempo le había faltado a su lado... ¡Allí estaba!

(ApoY cogiéndolo entre sus brazos, sumida en un mar de lágrimas, sólo pudo decir mientras acariciaba con suavidad sus patas: "Perro malo, perro malo".